Con el cambio en los hábitos y la estructura de muchas comunidades de vecinos, la figura del portero tradicional ha ido desapareciendo. Esto ha dejado a muchas comunidades con una propiedad vacía en sus edificios, un activo que plantea la pregunta: ¿qué podemos hacer con la vivienda del portero? Esta situación se está volviendo cada vez más común y, para algunas comunidades, puede ser una oportunidad para generar ingresos o mejorar las instalaciones compartidas.

Algunas comunidades optan por alquilar esta vivienda, lo que puede suponer una fuente de ingresos recurrente y ayudar a reducir los gastos de la comunidad. Sin embargo, alquilar la vivienda conlleva ciertas obligaciones legales y fiscales, y es necesario obtener el consenso de los vecinos para tomar esta decisión. Es importante evaluar cuidadosamente esta opción y considerar el impacto que puede tener en el presupuesto y en la convivencia.

Otra alternativa es destinar la vivienda a usos comunitarios, como almacén, sala de reuniones o incluso gimnasio. Convertir la antigua vivienda del portero en un espacio que todos los vecinos puedan utilizar puede añadir valor a la comunidad y fomentar un ambiente más colaborativo. Sin embargo, esto también requiere inversiones iniciales para acondicionar el espacio y adaptarlo a su nuevo uso.

En Gescom Navarra, ayudamos a las comunidades de vecinos a evaluar todas las opciones disponibles y tomar la decisión que mejor se adapte a sus necesidades y objetivos. Tanto si se trata de gestionar el alquiler como de adaptar el espacio para uso comunitario, nuestro equipo de expertos puede asesorarles en todo el proceso.